En el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), la innovación en materiales no es solo una línea de trabajo, sino la base sobre la que se construyen muchas de nuestras soluciones tecnológicas. Innovar en el propio material cerámico significa repensar desde cero sus componentes, su funcionalidad y su impacto ambiental.
La materia prima es el punto de partida. A través de la caracterización avanzada y la experimentación con nuevas formulaciones, nuestro equipo desarrolla composiciones optimizadas para reducir temperaturas de cocción, aumentar la resistencia mecánica o conferir nuevas propiedades al producto final. Estas mejoras permiten avanzar hacia una industria más competitiva y más responsable con el entorno.
Por ejemplo, en proyectos recientes hemos trabajado con materiales que integran residuos valorizados —procedentes tanto del sector cerámico como de otros sectores industriales— como sustitutos parciales de materias primas vírgenes. Esto no solo reduce el coste de fabricación, sino que disminuye la huella de carbono asociada al producto cerámico. Un ejemplo representativo son nuestras investigaciones con residuos de tintas y los procedentes del pulido y rectificado, que pueden reincorporarse de forma segura y eficiente a la formulación cerámica.
También se está investigando el desarrollo de nuevas formulaciones y la aplicación de aditivos funcionales para mejorar prestaciones específicas: desde la mejora de la compactación en seco hasta propiedades como la conductividad térmica o la resistencia al desgaste. Estas características abren la puerta a nuevos mercados, especialmente en sectores exigentes como el contract, el mobiliario urbano o las aplicaciones técnicas.
En paralelo, apostamos por superficies cerámicas con funcionalidades avanzadas, como las autolimpiables o las bactericidas, desarrolladas en colaboración con otros centros tecnológicos, universidades y empresas. Estas superficies responden a una demanda creciente de productos más seguros y sostenibles, tanto en espacios educativos y sanitarios como en espacios públicos urbanos.
Gracias a nuestras infraestructuras y capacidades analíticas, podemos simular el comportamiento del material desde el laboratorio hasta su uso final, reduciendo los tiempos de desarrollo y facilitando la transferencia a las empresas.
Desde el ITC trabajamos para que la innovación en materiales cerámicos no solo mejore el rendimiento del producto, sino que anticipe los retos del futuro. Y todo ello, con un enfoque científico, riguroso y aplicado.