En un momento en que el exceso visual y la hiperestimulación digital marcan el día a día, Innerland plantea un refugio íntimo. Una tendencia que invita a diseñar hacia adentro, a construir paisajes interiores donde la calma, la suavidad y lo esencial sean la verdadera forma de bienestar.
ARKHE: volver a lo esencial
En tiempos de exceso visual, la tendencia ARKHE propone un regreso a lo fundacional. Inspirada en las formas arquetípicas y los materiales primarios, esta línea celebra la arquitectura elemental y la pureza del gesto inicial.
Superficies en barro sin vitrificar, cal sin tinte, madera sin barniz y cerámica sin brillo dan lugar a espacios donde menos no es solo más: es suficiente. Son interiores casi monásticos, concebidos para la introspección y el descanso mental.
Materia en crudo
Los materiales se muestran en su estado más noble y esencial:
- Piedras sin pulir como areniscas claras y travertinos porosos.
- Cerámicas mate y sin vitrificar, de tacto seco y sedoso.
- Maderas al natural, donde la veta se convierte en gráfica.
- Acabados granulosos o terrosos que evocan polvo, cal y tierra.
Aquí, lo imperfecto y lo manual son el verdadero lujo: texturas que invitan al tacto y transmiten calma.
Paleta cromática
- La gama de color se inspira directamente en la materia en crudo:
- Blancos calizos y yeso apagado, que evocan muros encalados y superficies minerales.
- Beiges y arenas suaves, propios de travertinos, tierras prensadas y algodón lavado.
- Ocres y tonos arcillosos, que remiten al barro en su estado más primario.
- Marrones naturales de la madera, cálidos y auténticos, sin barnices que oculten su veta.
- Grises piedra y cementosos, que aportan sobriedad y equilibrio.
Es una paleta desaturada, elemental y atemporal: colores que no gritan, sino que susurran calma y permanencia.
Interiorismo en clave Arkhe
ARKHE se traduce en espacios sobrios y esenciales, donde la forma acompaña al material:
Baños y spas: superficies mate y minerales que evocan rituales ancestrales, donde la calma se percibe en lo táctil y lo visual.
Salones y zonas de retiro: bloques monolíticos y arcos arquetípicos refuerzan la idea de refugio, generando un ambiente contemplativo y sereno.
Espacios comerciales y hospitality: interiores que transmiten autenticidad y honestidad material, ideales para hoteles boutique o concept stores que buscan diferenciarse desde lo esencial.
Mobiliario: pensado como extensión del espacio, con bancos integrados, mesas bajas y volúmenes monolíticos que aportan continuidad.
LÉTHO: la belleza de lo casi invisible
Hay superficies que buscan imponerse y otras que eligen desaparecer. LÉTHO pertenece a esta segunda categoría: una tendencia etérea que invita a diseñar desde la pausa y la contención. Se inspira en rituales antiguos y en la necesidad contemporánea de silencio, proponiendo una cerámica que no grita, sino que acompaña.
Su poder está en lo latente. En un acabado que se percibe más con la piel que con la vista. En una estética que transforma los espacios en refugios sensoriales, donde la calma es protagonista.
Materia suave y sensorial
La cerámica en clave LÉTHO se caracteriza por superficies mate sedosas y semi-satinadas, con esmaltes aplicados en capas finísimas que recuerdan veladuras de niebla o bruma. Se inspira en materiales atemporales como la cal, la arcilla fina y la piedra erosionada por el viento, trasladando su suavidad táctil al mundo cerámico.
Más que decoración, aquí se busca presencia emocional: superficies que parecen flotar, que invitan a ser acariciadas y que generan una ligereza física y mental en el espacio.
Paleta cromática LÉTHO
La gama de color responde a un objetivo claro: reducir estímulos y generar calma.
- Blancos neblina y cal apagada, luminosos pero sin estridencias.
- Beiges empolvados y arenas suaves, que aportan calidez ligera.
- Grises vaporosos y cementosos diluidos, que envuelven sin pesar.
- Tonos agua o azulados muy difusos, como transparencias acuáticas.
Es una paleta de atmósfera: tonalidades pensadas para envolver, más que para destacar, capaces de convertir cualquier estancia en un santuario personal.
Gráficas líquidas y movimiento lento
Las gráficas de LÉTHO se inspiran en ondas, vibraciones suaves o la expansión de tinta en agua. Son patrones que no buscan protagonismo, sino acompañar: un fondo visual que aporta ritmo sin saturar. En la cerámica, esto se traduce en veladuras superpuestas, degradados suaves o estampados líquidos que recuerdan al movimiento del aire o del agua.
LÉTHO en el interiorismo
La fuerza de esta tendencia está en cómo redefine la experiencia espacial:
Baños y spas: las superficies cerámicas actúan como una segunda piel, suave y sensorial. Acabados mates sedosos, colores diluidos y veladuras de agua transforman estos espacios en auténticos rituales de bienestar, donde la experiencia trasciende lo funcional para convertirse en inmersión emocional.
Dormitorios y zonas de descanso: revestimientos que difuminan los contornos y suavizan la percepción del espacio. Los tonos neblina, arenas y grises vaporosos crean ambientes reparadores, casi suspendidos en una atmósfera de ligereza.
Hospitality y retail de lujo sereno: superficies que transmiten sofisticación desde la sutileza. Hoteles boutique, concept stores y espacios wellness encuentran en LÉTHO un lenguaje que no necesita ostentación, porque habla de exclusividad desde la calma, la contención y el detalle silencioso.
Espacios de transición (pasillos, recepciones, salas de espera): aquí LÉTHO despliega todo su poder como diseño reparador. Se convierte en un lenguaje visual que no agita, sino que ofrece un respiro: luz filtrada, tonalidades difusas y texturas ligeras que actúan como un puente hacia la serenidad.
FONDANT: minimalismo emocional
Lejos del minimalismo frío y racional, FONDANT propone un lenguaje amable, envolvente y sensorial. Sus formas son suaves, sus colores empáticos, y sus materiales transmiten cercanía y ternura. No se trata de vaciar ni de llenar, sino de redondear lo estructural, suavizar los gestos del espacio y envolver la mirada y el cuerpo con superficies que se sienten antes de explicarse.
Materia densa y cálida
La cerámica en clave Fondant apuesta por esmaltes satinados y cremosos, acabados que transmiten suavidad visual y un tacto sedoso. Arcillas pigmentadas, estucos mantecosos y pinturas minerales espesas evocan densidad, pero desde lo confortable. Incluso los relieves se perciben como hinchazones amables u ondulaciones contenidas, que convierten lo rígido en envolvente.
Lenguaje gráfico y texturas
Las gráficas evocan lo blando y fluido: geometrías redondeadas, repeticiones moduladas y formas infladas, como si la materia hubiera cedido suavemente a la presión. Son texturas que parecen surgir del propio material, sin imponerse, generando un efecto orgánico y envolvente.
Fondant en el interiorismo
Su aplicación en cerámica abre posibilidades para crear espacios sensoriales y afectivos:
Salones y comedores donde la suavidad de las formas invita a la convivencia.
Baños personales que transmiten intimidad y bienestar a través de acabados satinados.
Cocinas sin fricción, donde la cerámica se percibe cercana y empática.
Hospitality afectivo: cafés de especialidad, hoteles boutique, espacios infantiles o concept stores que buscan diferenciarse desde lo emocional.
Paleta cromática Fondant
El color aquí es emocional, pensado para transmitir calma y cercanía:
Pasteles empolvados y desaturados, desde rosas suaves a lilas y azules apagados.
Neutros cálidos, como arenas y beiges que generan confort visual.
Matices cobrizos o rosados en metales, que aportan calidez contemporánea.
Una gama suave y táctil, diseñada para favorecer la conexión emocional con el espacio.
Innerland conecta con quienes buscan un diseño que sostenga más que impresione, que acompañe más que grite. Inspira a profesionales, marcas y consumidores que valoran la claridad y la permanencia, que entienden la calma como un lujo y que desean rodearse de espacios tiernos y empáticos. No se trata de imponer, sino de liberar y envolver: ofrecer un respiro visual y emocional en un contexto saturado. En este territorio, lo esencial se convierte en manifiesto estético, lo invisible adquiere fuerza como arquitectura de la pausa y lo sensorial se traduce en superficies suaves y cercanas. Innerland habla a quienes encuentran en la honestidad material, la ligereza y la ternura un nuevo lenguaje para habitar, un lujo sereno y humano que transforma el espacio en refugio.
Créditos: La mayoría de las imágenes son originales de ITC, otras proceden de PressKit de las marcas.