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El ITC recupera cobalto de dispositivos electrónicos usados para fabricar pigmentos cerámicos

Castellón, 23 de septiembre de 2019.- El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) está trabajando en el proyecto CoBAT: recuperación de cobalto a partir de residuos electrónicos y su uso en pigmentos cerámicos, un estudio que cuenta con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) de la Generalitat Valenciana (GVA) a través de los Fondos FEDER de Desarrollo Regional y la Línea Nominativa de la GVA y que pretende recuperar metales, especialmente el cobalto, de dispositivos electrónicos como pueden ser teléfonos móviles y otros, para ser utilizados en la síntesis de pigmentos cerámicos.

Y es que, según explican miembros del grupo de investigación de CoBAT: “en la industria cerámica se utiliza óxido de cobalto como materia prima para la síntesis de pigmentos cerámicos y su precio está experimentando un incremento muy importante en los últimos años, pero, además, los óxidos de cobalto tienen muchas otras aplicaciones en sensores de gas, aparatos electroquímicos y materiales magnéticos debido a sus propiedades semiconductoras. La composición típica de estos dispositivos oscila entre un 5 -20% de cobalto, un 5-10% de Níquel, 5-7% de Litio, un 15% de productos orgánicos y un 7% de plásticos. Consideramos que es muy importante recuperar este tipo de metales de una forma respetuosa con el Medio Ambiente; requieren de un manejo adecuado, puesto que pueden ser un riesgo para la salud y altamente contaminantes para el entorno, por lo que, teniendo en cuenta que algunos elementos pueden aprovecharse de nuevo en la cadena productiva, nos hemos planteado recuperarlos.”

También afirman que cada vez va en aumento la demanda de baterías ion-litio, lo que origina un aumento de residuos importante, puesto que presentan ciclos de utilización cortos. Concretamente, se estima que para 2020 la cantidad de baterías de ion-litio desechadas puede superar los 25.000 millones de unidades, es decir, unas 500.000 toneladas. Por eso, desde el ITC y a través del proyecto CoBat, se busca una solución a la demanda de cobalto por parte de la industria, al tiempo que tratan de ofrecer una solución medioambiental adecuada al creciente aumento de la cantidad de residuos procedentes de las baterías ión-litio.

“Lo que estamos haciendo en el ITC”- afirman- “es establecer un proceso de tratamiento físico adecuado para separar las diferentes partes que componen una batería ion-litio y, una vez separados los componentes por fracciones, llevar a cabo un tratamiento electroquímico y/o químico para recuperar en la medida de lo posible la totalidad del cobalto de las baterías usadas. Una vez purificado el cobalto, vamos a sintetizar un pigmento cerámico azul de cobalto que posteriormente aplicaremos sobre un soporte cerámico”.

Castellón, 23 de septiembre de 2019.- El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) está trabajando en el proyecto CoBAT: recuperación de cobalto a partir de residuos electrónicos y su uso en pigmentos cerámicos, un estudio que cuenta con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) de la Generalitat Valenciana (GVA) a través de los Fondos FEDER de Desarrollo Regional y la Línea Nominativa de la GVA y que pretende recuperar metales, especialmente el cobalto, de dispositivos electrónicos como pueden ser teléfonos móviles y otros, para ser utilizados en la síntesis de pigmentos cerámicos.

Y es que, según explican miembros del grupo de investigación de CoBAT: “en la industria cerámica se utiliza óxido de cobalto como materia prima para la síntesis de pigmentos cerámicos y su precio está experimentando un incremento muy importante en los últimos años, pero, además, los óxidos de cobalto tienen muchas otras aplicaciones en sensores de gas, aparatos electroquímicos y materiales magnéticos debido a sus propiedades semiconductoras. La composición típica de estos dispositivos oscila entre un 5 -20% de cobalto, un 5-10% de Níquel, 5-7% de Litio, un 15% de productos orgánicos y un 7% de plásticos. Consideramos que es muy importante recuperar este tipo de metales de una forma respetuosa con el Medio Ambiente; requieren de un manejo adecuado, puesto que pueden ser un riesgo para la salud y altamente contaminantes para el entorno, por lo que, teniendo en cuenta que algunos elementos pueden aprovecharse de nuevo en la cadena productiva, nos hemos planteado recuperarlos.”

También afirman que cada vez va en aumento la demanda de baterías ion-litio, lo que origina un aumento de residuos importante, puesto que presentan ciclos de utilización cortos. Concretamente, se estima que para 2020 la cantidad de baterías de ion-litio desechadas puede superar los 25.000 millones de unidades, es decir, unas 500.000 toneladas. Por eso, desde el ITC y a través del proyecto CoBat, se busca una solución a la demanda de cobalto por parte de la industria, al tiempo que tratan de ofrecer una solución medioambiental adecuada al creciente aumento de la cantidad de residuos procedentes de las baterías ión-litio.

“Lo que estamos haciendo en el ITC”- afirman- “es establecer un proceso de tratamiento físico adecuado para separar las diferentes partes que componen una batería ion-litio y, una vez separados los componentes por fracciones, llevar a cabo un tratamiento electroquímico y/o químico para recuperar en la medida de lo posible la totalidad del cobalto de las baterías usadas. Una vez purificado el cobalto, vamos a sintetizar un pigmento cerámico azul de cobalto que posteriormente aplicaremos sobre un soporte cerámico”.

De este modo, el ITC podrá validar la idoneidad del nuevo pigmento sintetizado a partir del óxido de cobalto recuperado.Foto: Equipo de investigadoras del Laboratorio de Análisis Químico del ITC que está llevando a cabo esta investigación.

De este modo, el ITC podrá validar la idoneidad del nuevo pigmento sintetizado a partir del óxido de cobalto recuperado.

Foto: Equipo de investigadoras del Laboratorio de Análisis Químico del ITC que está llevando a cabo esta investigación.