La Universitat Jaume I, a través del Instituto Universitario de Tecnología Cerámica avanza en la reducción o práctica anulación de la toxicidad de la sílice cristalina respirable (SCR), contaminante presente en numerosos sectores productivos y causante de silicosis.
A través del proyecto SILIFE, impulsado por el Programa LIFE de la Unión Europea, van a comenzar ya las pruebas industriales en diferentes sectores para estudiar la viabilidad de la tecnología desarrollada en la primera fase del proyecto y garantizar al máximo la seguridad en los entornos laborales expuestos a la SCR en España y en Europa.
Castellón, 24 de octubre de 2017.- Hoy se ha reunido el equipo de trabajo del proyecto SILIFE: production of quartz powders with reduced crystalline silica toxicity, cuyo principal objetivo consiste en producir polvos de cuarzo comercial que presenten una toxicidad por Sílice Cristalina Respirable (SCR) muy baja o nula.
Y eso porque, según explica el Catedrático de la UJI Eliseo Monfort, también responsable del Área de Sostenibilidad del ITC: “la inhalación de sílice cristalina respirable (SCR) produce la conocida reacción patológica llamada silicosis. Muchos sectores industriales utilizan cuarzo o materiales que lo contienen, por lo que los ambientes laborales de estas empresas pueden contener cantidades apreciables de este contaminante que en la mayor parte de ocasiones no se puede sustituir”.
Desde el Instituto Universitario de Tecnología Cerámica, en colaboración con el Instituto Fraunhofer-ITEM y el Centro Cerámico de Bolonia (CCB), se inició un estudio precedente a través del proyecto SILICOAT, en el que se utilizaron distintas sustancias como nanoalúmina, lactato de aluminio y organosilanos para bloquear la toxicidad del cuarzo, dado que esta se ve condicionada por la química superficial de las partículas de cuarzo.
“Así, “- afirma el profesor Eliseo Monfort- “quedó demostrado que la toxicidad de la SCR que contienen las materias primas utilizadas en procesos vía húmeda por las industrias cerámicas tradicionales se puede anular prácticamente. Este efecto se obtuvo añadiendo un aditivo a las composiciones cerámicas, que cubre la superficie del cuarzo de forma que su toxicidad desaparece. Se demostró que esta tecnología es técnica y económicamente viable para las cerámicas tradicionales”.
Ahora, en el proyecto SILIFE, el reto es que otros sectores productivos en España y en Europa distintos al cerámico, puedan ser más seguros una vez anulada la toxicidad de la SCR.
Para conseguirlo, se ha diseñado una planta piloto dedicada al tratamiento de polvos comerciales de cuarzo. El cuarzo tratado que se produzca en esta planta se verificará mediante pruebas industriales que van a comenzar a llevarse a cabo próximamente por parte de varios usuarios finales procedentes de diferentes sectores industriales.
SIILIFE está coordinado por la Universitat Jaume I de Castellón a través del Instituto Universitario de Tecnología Cerámica. Además, participan la Plataforma Tecnológica Española de Seguridad Industrial (PESI), el Centro Cerámico de Bolonia (CCB), la firma Bulk Cargo Logistics, S.L. (BCL), la empresa MAPEI, Fundiciones Fumbarri Durango, S.A., ABCR Labs, el Instituto Fraunhofer-ITEM, EU Elastomers Unión SRL, y el Grupo Esmalglass-Itaca.
Toda la información del proyecto se puede consultar en: